China es una potencia económica de primera clase, por lo que las autoridades exigían que su moneda fuera reconocida oficialmente como una divisa internacional de reserva. La incorporación se hará efectiva 01 de octubre 2016.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que el yuan se unirá a la canasta de monedas de reserva que maneja el organismo multilateral. Algunas de las divisas que pertenecen a esta reserva son el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés y la libra esterlina.
Para cumplir con el criterio del FMI, Pekín llevó adelante una serie de reformas en los últimos meses, incluyendo mejorar el acceso para los extranjeros a los mercados cambiarios chinos, una más frecuente emisión de deuda y ampliar las horas de operaciones con el yuan.
China es la segunda economía más grande del mundo, después de Estados Unidos, y el año pasado solicitó la denominación de su divisa como moneda de reserva.
Estas monedas de reserva son usadas por bancos centrales y otros organismos financieros para pagar la deuda externa y regular las tasas de cambio. Algunos analistas sugieren que para el año 2030 el yuan se convertiría en una de las tres divisas internacionales principales, junto con el dólar y el euro.
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